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Coinga, la Cooperativa Insular Ganadera de Menorca, destaca por su compromiso con la calidad, la naturalidad y el bienestar animal, valores que han guiado su estrategia de marketing a lo largo de los años y que la han convertido en un referente en la industria láctea, manteniendo un equilibrio entre tradición e innovación para seguir creciendo y consolidando su liderazgo en el mercado. Desde su fundación en 1966, la cooperativa ha sido pionera en la promoción del queso Mahón-Menorca a nivel nacional e internacional, obteniendo numerosos premios y reconocimientos en los principales concursos del sector. Sonia Rodríguez, responsable de Comunicación de Coinga, nos explica cómo la marca va más allá de ser simplemente un queso, convirtiéndose en un emblema de Menorca y en un símbolo de la conservación del entorno rural y las tradiciones locales.

 

Coinga es solo un queso o es una marca que abarca mucho más que un queso? En tus propias palabras, ¿qué es Coinga?

Coinga es mucho más que una marca. Es un emblema de Menorca que representa a una amplia parte del sector agrario y ha llevado el nombre de Menorca por todo el mundo, elaborando un producto de calidad que cada vez es más reconocido y tiene más adeptos.

Además, ha sido y sigue siendo un pilar para la conservación de nuestro entorno, contribuyendo al mantenimiento del paisaje rural tan característico de la isla como Reserva de Biosfera, así como a la supervivencia de la figura del payés, los llocs y las tradiciones tan vinculadas al campo menorquín.

 

En vuestra comunicación, os presentáis como “el sabor único de Menorca”. Y enfatizáis mucho los conceptos de “natural”, “familiar”… En ese sentido, si Mallorca es conocida como la isla de la calma, Ibiza es la capital de la música electrónica y la fiesta… ¿qué es Menorca y cómo lo incorporáis a la identidad de Coinga?

No sé si Santiago Rusiñol bautizaría Menorca como “la isla de la tierra”, o “la isla de la tranquilidad”, pero sí que es cierto que Menorca es un destino muy seguro, tranquilo, relajado, familiar, natural… muy auténtico. El aislamiento la ha conservado. Y Coinga ha tenido también su papel en esta evolución de la conservación del territorio.

¿A través de qué? Pues de la importancia que tiene su paisaje rural y el gran trabajo que han hecho los payeses para mantenerlo. Los elementos que podemos ver cuando paseamos por el campo de Menorca, cuando vamos a las playas, no son elementos decorativos, sino que tienen una funcionalidad que es, precisamente, para la ganadería, la cual es clave.

Por ejemplo, ses tanques o extensiones de tierra están divididas por pared seca para que la ganadería paste de manera rotativa y así proteger la propia tierra y que siempre sea productiva.

En Menorca las vacas yacen y pacen de forma libre, una tradición que se remonta a la época talayótica, hace más de 2.000 años. De hecho, se han descubierto antiguas vasijas y materiales de la época talayótica que ya se empleaban para hacer queso. Y Coinga representa esa historia de Menorca, esa naturalidad y esa manera de hacer y cuidar de nuestros animales.

Eso está comprobado: una vaca que pace libre, que no está estresada, que tiene un buen espacio donde dormir y alimentarse, que come en el campo y que tiene todos los cuidados, produce una leche de muchísima más calidad.

Esta es la esencia de Coinga, una cooperativa que se creó en el año 1966, que nació de la alianza entre propietarios y pequeños productores para intentar luchar por la autosostenibilidad del sector lácteo en Menorca y dar un valor añadido al queso que se elaboraba.

Coinga fue una de las primeras cooperativas en integrar todo el proceso, desde el sector primario hasta el consumidor, no existía en España una  cooperativa hasta ese momento que transformara la materia prima.

Además, no olvidemos que el campo ha ido a menos en las Islas Baleares, donde el sector turístico ha ido adquiriendo un peso cada vez más importante. Por tanto, se tiene que valorar de manera muy positiva que todavía haya queserías, en este caso como Coinga que siguen luchando para mantener una cosa tan característica, tan peculiar, tan sorprendente y tan buena, porque, cuando te vas fuera y la gente prueba el queso Mahón-Menorca, sorprende a todo el mundo.

 

Tienen muy presente a los payeses. ¿Cuál es el nivel de relevancia de la figura del payés en Menorca?

La figura del payés en Menorca es muy importante. De hecho, las tradiciones y muchas de las situaciones de la vida cotidiana van muy vinculadas al mundo del campo. Y un ejemplo muy clarificador son las fiestas populares. Por ejemplo, en Ciutadella por Sant Joan, la figura del caixer pagès y de toda la ‘Colcada’, que sale a cabalgar, son payeses.

Es una figura a la cual se le tiene mucho respeto en Menorca por muchas cuestiones, ya que sigue siendo una isla que conserva sus tradiciones y que da mucho valor a algo tan importante como es la agricultura. Los payeses son los que nos alimentan, cuidan de la tierra y cuidan de las tradiciones. Por lo tanto, es importante que se siga cuidando y valorando de este modo al payés.

 

La D.O.P. llega en el año 1985 y, hoy en día, hay más de 30 fincas que están en activo, pero Coinga es una marca muy destacada. ¿Qué estrategia ha seguido Coinga históricamente para distinguirse entre estos competidores locales y convertirse prácticamente en la marca más popular?

Tenemos que tener en cuenta que Coinga nació como cooperativa y son muchas las granjas que hay detrás. Hay muchas queserías que son un solo lloc, pero detrás de Coinga hay más de 60 llocs.

Es una cooperativa donde todos son socios, todo el mundo participa. Desde sus orígenes fue una cooperativa pionera en España y, a partir de aquí, siempre se ha sabido adaptar a las nuevas situaciones. Ha creído en lo que hacía y ha apostado, a veces incluso ha arriesgado, en situaciones en las que se tenían que tomar decisiones que podían salir bien o mal.

Pero la historia ha demostrado que las decisiones que se han tomado siempre han sido positivas y ha seguido funcionando con éxito. Por ejemplo, Coinga fue socia fundadora de la denominación de origen y trabajó mucho para que Europa otorgara la D.O.P. Mahón-Menorca. Por lo tanto, ha estado muy presente en todos los procesos que tenían que dar el reconocimiento que merece el queso Mahón-Menorca.

Después, también desde sus orígenes, ha buscado maneras de expandir y de encontrar nuevos mercados en los que comercializarse. Fue la primera empresa que empezó a exportar queso, teniendo en cuenta la dificultad que puede suponer elaborar y comercializar un producto desde una isla, con el hándicap de la doble insularidad.

Coinga creó un mecanismo para poder exportar y, en aquel momento, con otras D.O.P. y queserías de España, crearon una marca, una empresa que se  llama Consorcio de los Quesos Tradicionales de España, para unificar el producto y poder exportar todos juntos. Esto a Coinga le permitió poder tener esta capacidad de exportar volumen fuera de España y llegar a cualquier parte del mundo.

Y también lograr caché.

¡Por supuesto! Y, al mismo tiempo, a veces Coinga también ha hecho mucho, igual que otras marcas menorquinas como Xoriguer, por el reconocimiento de la marca Menorca en el resto del mundo. Hace muchos años que Coinga exporta y actualmente exporta sus quesos a más de 35 países. Se puede encontrar queso Coinga en los Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Polonia, Suecia… Y ahora se está expandiendo también en países como China o Canadá.

Esto, en algunos casos, comporta una serie de dificultades burocráticas, además de las particularidades de cada país. Pero Coinga vende un producto que está en auge. Y parece que seguirá en auge porque hay países muy grandes que, culturalmente, hasta ahora no consumían queso y ahora lo empiezan a consumir, como China.

Por tanto, las otras queserías de Menorca no son realmente competencia. Lo importante es que el queso Mahón-Menorca tenga su reconocimiento, su peso, y que siga creciendo, porque la competencia son otras denominaciones de origen u otros países que también hacen queso.

 

¿Qué posición ocupa Coinga en esta imagen unionista en la que no hay competidores porque todos persiguen el mismo objetivo?

Coinga representa el 50% del sector lácteo de Menorca, el 80% del sector lácteo de las Islas Baleares y comercializa el 35% del queso Mahón-Menorca.

 

También debe ser un líder en experiencia, un motor. Y aparte de toda esta innovación histórica y riesgo a nivel empresarial, es una empresa que ha ganado muchos premios a nivel nacional e internacional, como el World Cheese Award.

Así es, ¡son las olimpiadas del queso!

 

¿Seguís algún tipo de estrategia para incorporar en vuestra comunicación este tipo de reconocimientos? ¿Tienen algún impacto a nivel de resultados?

Sí, a lo largo de la historia Coinga ha ganado más de 40 premios nacionales e internacionales en los más prestigiosos concursos. Por ejemplo, en 1996 en Wisconsin el queso semicurado Mahón-Menorca fue el único queso español que consiguió un premio. En 2001 consiguió el premio a “Mejor Queso Español” que otorga el Ministerio de Agricultura y en 2021, a Mejor Cooperativa de España en Desarrollo Rural.

La trayectoria y el sabor destacado del queso Mahón-Menorca no es nuevo de ahora ni es algo que está de moda, sino que hace muchos años que es reconocido a nivel internacional. Aparte de esto, los premios son muy importantes, ya que son la carta de presentación o certificaciones para nuestros clientes y distribuidores.

Hay dos cosas a las que damos especial importancia. Las certificaciones que ha conseguido Coinga —la International Food Standard, con los más altos niveles de calidad—, y el Certificado de Bienestar Animal, ya que es la única marca del sector lácteo de Menorca que lo tiene. Son dos certificaciones muy complicadas de conseguir, porque se tienen que seguir unos protocolos muy estrictos.

Dentro de las granjas, todos los payeses hacen un trabajazo para poder seguir estos protocolos de cuidado de los animales y de higiene de las zonas, igual que Coinga en sus instalaciones, donde tiene que estar todo impecable.

 

Si hiciéramos una clasificación, ¿dónde se sitúa Coinga o la D.O. Mahón-Menorca entre otras D.O. como Cabrales, Manchego y otros quesos conocidos de la Península?

El principal mercado exterior para el queso Mahón-Menorca es Estados Unidos, y somos el tercer queso español más vendido por detrás del Manchego y del queso de Murcia al Vino. Evidentemente, el Manchego es el queso español más reconocido en todo el mundo, pero, cada vez más, el Mahón-Menorca está ganando prestigio. Hay que tener en cuenta la capacidad de producción de queso Mahón-Menorca por las limitaciones que implica la insularidad.

 

¿Cuál es vuestro enfoque de marketing para mantener y expandir vuestra presencia en el mercado local e internacional? ¿Seguís la misma estrategia en los 35 mercados donde vendéis vuestro producto?

No, funcionan de manera diferente. Seguimos apostando por el marketing offline, con la publicidad más tradicional, manteniendo algo en lo que siempre hemos creído: devolver a la sociedad parte de aquello que nos ha dado. Seguimos buscando sinergias con otras empresas, hacemos acciones conjuntas; apoyamos, patrocinamos y colaboramos con diferentes clubes, entidades, asociaciones, fundaciones… y estamos presentes en todo tipo de  acontecimientos.

Trabajamos también con cocineros e intentamos apoyar y apostar por la cocina local, porque entendemos que es una buena manera de dar a conocer cómo es y las múltiples opciones que tiene nuestro producto a través de showcookings y otras acciones.

También apostamos por los canales digitales, enfocando nuestros esfuerzos, sobre todo, en redes sociales, posicionamiento web y marketplaces. Desarrollamos campañas o acciones en redes sociales con influencers para mostrar nuestro producto, dándolo a probar, a través de recetas o  degustación de producto, porque es una buena manera de que las personas que trabajan en gastronomía puedan probar nuestros productos y compartan su experiencia. Esto nos funciona muy bien.

También estamos trabajando para potenciar todas aquellas herramientas y plataformas digitales que tenemos para comercializar y posicionar nuestro producto, los diferentes marketplaces o herramientas que podemos emplear para llegar allá donde no llega nuestra distribución.

Evidentemente, todo esto lo hacemos en función del mercado. Tenemos nuestros mercados principales, donde hacemos todo tipo de campañas y acciones. Después, por ejemplo, en el mercado internacional, trabajamos mucho con catas, showcookings y manteniendo un contacto directo con la distribución.

Nuestro principal negocio está en el retail, con las grandes superficies, y sector Horeca y aunque la comercialización online sea un porcentaje muy bajo, somos conscientes de que, cada vez más, la sociedad hace la compra por internet y, por tanto, tenemos que estar. En nuestra web tenemos tienda online y también nos encontrarás en Amazon y otras plataformas.

En vuestro caso, ¿las redes sociales han supuesto un salto significativo en cuanto a penetración de marca?

No, porque tenemos unas ventas y una clientela muy consolidada. Evidentemente que lo notas, hay un crecimiento. A través de la web, a través de Instagram, nos contactan muchas personas. Desde chefs a clientes, incluso también clientes internacionales, y hay diferentes tipos de peticiones. A veces, internet puede hacer que alguna gran superficie de un país te contacte, pero por lo general nos suelen contactar tiendas gourmet y especializadas, restaurantes, pastelerías…

 

Aquí en España trabajáis, sobre todo, con grandes superficies. Pero, a China, por ejemplo, exportáis un producto que viene de España, que tiene una marca, un renombre gastronómico… Allí, ¿vuestro queso se vende de una manera diferente a la de aquí?

Sí, a nivel internacional se vende de manera gourmet, es diferente. De hecho, el etiquetado de cada país es distinto, hay que adaptarlo a la legislación del país.

En cuanto a España, hay que tener en cuenta que hay 26 denominaciones de origen y se elabora queso en todas partes, pero tenemos la suerte de que el queso Mahón-Menorca tiene mucha aceptación. Los principales mercados son Baleares y Cataluña, también toda la zona del Levante, Madrid…hay una gran aceptación. Conseguir que un supermercado tenga tu producto en sus estanterías es complicado y si entras es que tienes un producto bastante exclusivo.

 

Hablemos ahora del área de marketing. Vosotros estáis en el sector alimentario, que suele ser un sector muy tradicionalista. Históricamente, ¿qué peso ha tenido el departamento de marketing dentro de Coinga? ¿Sois uno de los pocos casos diferentes a la mayoría?

El departamento de marketing siempre ha tenido un peso importante. Ha ido muy vinculado al departamento comercial y al departamento de calidad. Porque, desde el inicio, el mensaje que se ha intentado trasladar es la naturalidad del producto y del lugar donde se produce.

Y ahí tiene mucho que decir el departamento de Calidad, por las distintas certificaciones que tiene Coinga y los procesos de trabajo que sigue. Por ejemplo, toma muestras diarias de la leche de todas las granjas y las analiza para, entre otras cuestiones, premiar al payés pagándole más en función de la calidad de la leche, lo cual es una manera de motivarle a la hora de hacer su trabajo diario y conseguir la mejor leche. Toda la información que se  recopila pasa después al departamento de Marketing.

 

¿Cuáles son los canales que mejor os funcionan? ¿Cuáles han sido las campañas que mejor os han funcionado?

A lo largo de la historia, al marketing se le ha ido dando más peso. Se han hecho campañas muy importantes para abrir nuevos mercados o consolidarlos, como por ejemplo en los años 90 se desarrolló una campaña en Cataluña que supuso un revulsivo para las ventas.

También ha habido una evolución en el etiquetado, en los productos, incluso en la propia marca. Para el 50 aniversario de Coinga se hizo un cambio de logo y de imagen lo que supuso cambiar toda la imagen de la cooperativa, nuevas etiquetas, packaging… una nueva imagen que ha funcionado muy bien.

 

¿El consumidor ha variado mucho en las últimas décadas? ¿Ha sido necesario reinventar vuestra estrategia de marketing para llegar al público actual?

En nuestro caso no. En primer lugar, porque el cliente de Coinga es fiel y además la tendencia del mercado se dirige hacia el tipo de producto que  comercializamos. Un producto 100% natural, con personalidad y elaborado en una isla Reserva de la Biosfera.

Cada vez más el consumidor no solo tiene en cuenta y valora el sabor del producto, sino cómo se hace. Es más consciente y, a la hora de escoger entre comprar un producto u otro, también tiene en cuenta de dónde viene.

Coinga elabora un producto que sigue una tradición milenaria, con un sabor único, un producto con personalidad, de calidad, que te da una garantía cuando está bajo el paraguas de una D.O.P., que además, está hecho en una isla con unas condiciones particulares, en la que la climatología juega un papel importante, un producto natural y hecho con mucho cariño.

 

¿Qué diferencia el queso Mahón-Menorca del queso de otros lugares?

Principalmente el clima y la geografía. Menorca es una isla plana donde sopla el viento de tramontana, que a veces llega a rachas de 120 kilómetros por hora. Este viento arrastra partículas del agua del mar Mediterráneo y las deposita en el campo, alimento de las vacas. Por lo tanto, tanto el sabor del queso como el sabor de la leche tienen un punto de sal que llega de una manera natural. Por eso es un sabor tan característico. Entonces, la luz de Menorca, la humedad, acaban de hacer que este sabor sea inconfundible y con una personalidad especial.

Si a todo esto sumas cómo se elabora y el cuidado y detalle que se tiene en su maduración, consigues un producto único en el mundo.

Y para este consumidor que ahora es más consciente, por ejemplo, enfatizáis todavía más este concepto de naturalidad o mantenéis exactamente la misma comunicación de hace años?

Lo enfatizamos y se valora. Coinga consiguió el Certificado de Bienestar Animal hace 4 años. Se ha trabajado mucho para conseguir este certificado, hay que adaptar todas las fincas y la cooperativa y desarrollar sistemas de trabajo que hay que cumplir. Coinga es consciente y además lleva un control para garantizar que se cumple con los protocolos.

 

El grado de fidelidad, en vuestro caso, ¿recae sobre la calidad y singularidad de vuestro producto o añadís algún tipo de estrategia para reforzar este sentimiento de fidelidad del cliente?

La verdad es que Coinga es un producto que tiene una masa muy importante de consumidores fieles. A veces lo vemos cuando vamos a ferias, donde la gente nos viene a visitar con mucho cariño y esto me encanta verlo.

Cuando vamos a Mallorca y tenemos una representación en una feria, ves que la gente se acerca y nos demuestra el afecto, y te dicen “en mi casa, con mis padres, yo comía queso Coinga y, ahora, con mis hijos, seguimos comiendo Coinga”. Y esto es muy bonito, porque ves que van pasando los años y las nuevas generaciones han seguido manteniendo esta tradición.

En Menorca pasa mucho con la leche, las personas mayores recuerdan cuando los primeros camiones de Coinga repartían la leche en botellas de vidrio por las escuelas, ahora son sus nietos quien toman la leche.

Cabe destacar que Coinga tiene una leche de una calidad excepcional, de las mejores de España. Tenemos clientes de pastelerías o establecimientos muy importantes de fuera de Menorca que solo quieren consumir nuestra leche a pesar de las dificultades y el coste que tiene el transporte.

 

Pero vuestra leche no está en grandes superficies, por ejemplo, de Mallorca, ¿no?

Sí, la leche fresca de Menorca se puede encontrar en todo Baleares en las neveras de Eroski y en tiendas especializadas. En 2022 Coinga tuvo que cerrar la planta de envasado de leche UHT, la leche de tetrabrik, pero sigue envasando leche fresca, una leche de más calidad.

Entre la crisis que ya acumulaba el sector agrario previa a la pandemia, después la pandemia, después la guerra de Ucrania, ahora la de Gaza… Ha habido una serie de situaciones que han conducido a tomar una decisión. También ha influido el auge del turismo y el hecho de que cada vez cierran más granjas porque es muy difícil mantener la rentabilidad… Ya hacía tiempo que el sector reclamaba a Coinga un cambio de estrategia y Coinga tuvo que tomar la decisión de dejar de envasar leche UHT, porque prácticamente no daba rentabilidad, y destinar esa leche a productos de más valor añadido, como la leche fresca, el kéfir o el queso Mahón-Menorca. El objetivo es pagar el máximo posible al payés, que no cierre ningún lloc más.

 

Un turista o un particular, ¿puede visitar las instalaciones de Coinga?

No. Antes sí que se hacían visitas guiadas a la cooperativa, a las instalaciones. Ahora solo hacemos visitas de grupos, porque a veces nos lo piden, como grupos de jubilados, escuelas, asociaciones, equipos de algún restaurante, etc. Este tipo de visitas sí que las hacemos y, si quieren ir a visitar alguna de las granjas, también las organizamos. Después de la pandemia vimos que hacer visitas ya no tenía mucho sentido. Cada vez en Menorca hay más llocs que hacen visitas guiadas que son más atractivas, donde puedes ver los animales cómo comen, cómo funciona la granja y cómo elaboran queso.

Es otro tipo de visita que, para algunos grupos, como la gente mayor, puede incluso contener un aspecto emocional, porque han consumido ese queso toda su vida.

 

¿Crees que a Coinga le ocurre el ‘efecto Danone’? Es decir, ¿el efecto por el cual todo el mundo le dice Danone a un yogur o Cola-Cao a cualquier cacao soluble?

Sí, nos pasa. A veces la gente llama a Coinga pensando que es la D.O.P.

 

Teniendo en cuenta vuestro carácter cooperativo, ¿lo consideráis como algo positivo?

Sí, está bien por el reconocimiento que implica para la marca, pero claro, también depende. Por ejemplo, nos ha pasado que alguien nos ha dicho “es que este no es el queso de Mahón que yo conozco”, y ahí tenemos que explicar que existen otras marcas con esa D.O.P.

Cuando ven la corteza de color naranja se piensan que es Coinga. Pero no siempre lo es y luego se sorprenden al notar un sabor diferente, lo cual es un problema.

 

Esto forma parte del trabajo que habéis estado haciendo durante tantos años…

Se ha trabajado mucho. Si no, tú no vendes un producto durante casi 60 años, llegando a 35 países del mundo, habiendo hecho que una marca tenga reconocimiento a nivel internacional.

Tenemos contactos internacionales a través de diferentes distribuidores, cadenas de supermercados, etc. y, muchos de ellos, a quien conocen es a Coinga. Y este reconocimiento, no es por casualidad.

 

Esto debe ser también un orgullo.

Está claro. Al final no todo el mundo tiene capacidad para poder exportar. Aquí hay muchas granjas. De las más de 40 marcas que hay en la D.O.P., la gran mayoría son ‘llocs’. Y pocas marcas elaboran queso industrial —es decir, con parte del proceso automático, con lo que el queso es regular en su sabor, textura y forma, un producto igualmente 100% natural, esto es importante destacar—.

Hay dos tipos de queso: Queso Mahón-Menorca y Queso Mahón-Menorca Artesano, y este último tiene que estar hecho en un ‘lloc’. De hecho, Coinga elaboraba un queso artesano, pero no lo podía denominar como artesano porque no estaba elaborado en un ‘lloc’. Son las condiciones y el reglamento de la D.O.P.

Son quesos elaborados con la misma leche, pero cambia el proceso, con lo cual el sabor es un poco diferente y el tipo de comercialización también es diferente.

En muchos casos, el queso elaborado en una finca no se puede exportar, hay países que no permiten la entrada de queso elaborado con leche cruda. Después, el volumen que pueda tener la quesería de un ‘lloc’ no es comparable con el volumen que pueda tener Coinga.

Por eso no hay una gran competencia entre las distintas queserías, todas forman parte de una misma marca.

 

Bueno, es que Coinga y la D.O.P. tenéis también una imagen muy similar.

A mucha gente le pasa. Es normal, porque fue una de las primeras marcas junto a Quesos Mercadal, La Payesa, Torralba… Detrás hay muchas granjas, muchas familias, mucha historia. Todo el mundo ha puesto su grano de arena. Y, al final, lo que se ha conseguido es un reconocimiento. La cuestión es si hay capacidad para exportar, capacidad para crecer a nivel comercial.

 

Tenéis el músculo.

Se puede crecer, se pueden conseguir más ventas, se pueden conseguir más clientes. Pero la leche y la capacidad de producción es limitada.

 

Sobre vuestra tienda online, ¿cómo surge la idea de crearla y qué resultados os da?

Previamente a tener la tienda online ya se hacía este trabajo de venta al por menor. A través de clientes que contactaban, que querían el queso, pero que no lo encontraban. Y siempre se ha valorado a todos los clientes, desde el más pequeño al más grande. De ahí que llega un momento en el que ya es necesario centralizar las compras a través de una tienda online para que, allá donde no llegamos, la gente también pueda comprar el producto.

De hecho, a veces supone una complicación, porque hay clientes con pedidos de miles de kilos y a la vez tienes que tener una persona que se esté dedicando a hacer estos pequeños paquetes pero para Coinga es importante llegar a todos los sitios.

 

Hablemos del futuro. ¿Cuál es vuestra visión para el futuro de la industria a nivel de marketing? ¿Cómo planeáis seguir siendo líderes de esta industria?

Aprovechando todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición. De hecho, Coinga es una cooperativa que siempre ha estado a la vanguardia en este campo, trabajando con los volúmenes que trabaja es necesario tener visión de futuro.

Tras el cambio de estrategia uno de los objetivos era aumentar la producción de queso Mahón-Menorca y crecer en exportación. Ambos retos se están consiguiendo. En 2023 Coinga elaboró más de un millón de kilos de quesos y aumentó sus exportaciones en un 11% y el objetivo es seguir creciendo y diferenciarse para darle mayor valor al producto estrella de la isla.

 

Este tipo de decisiones, como hacer leche UHT, zumos o presentaros a las olimpiadas del queso, ¿se toman desde el punto más empresarial o vienen desde el departamento de marketing? ¿Cuál es el enfoque de la empresa a la hora de poner en marcha un nuevo proyecto?

Depende de la envergadura del proyecto. Evidentemente la gerencia y el consejo rector de la cooperativa toman las decisiones, pero en Coinga todo el mundo tiene muy claro cuáles son sus funciones y la visión global del conjunto de la empresa. Lo importante es trabajar en equipo, que haya una buena comunicación y que se tengan en cuenta todos los detalles a la hora de poner en marcha cualquier tipo de proyecto.

Trabajamos con un producto delicado por lo que hay que ser prudente y valorar todos los escenarios, y ahí cada departamento tiene que dar su opinión. Por ejemplo, si nos proponen desarrollar una campaña con la leche fresca, un producto que no puede perder la cadena de frío porque se estropea, sin tener la certeza de que el producto se va a tratar con todas las garantías, no nos arriesgamos.

El objetivo es que la marca siga ganando prestigio, buscando la manera de mejorar, adaptarse a las necesidades del consumidor y, sobre todo, seguir luchando por la autosostenibilidad de los ‘llocs’. El lema de la cooperativa sigue siendo el mismo desde sus orígenes: «Consumiendo productos Coinga contribuyes a garantizar el futuro del campo y el mantenimiento del paisaje que tanto apreciamos».

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